En este articulo se da a conocer los orígenes de la "palabra", que es de mucha importancia en nuestra vida porque nos ayuda a comunicarnos unos a otros mediante el uso de estas. Asimismo nos da conocer los enfoques mediante los cuales puede ser estudiado este término, sus clasificaciones mediante la identificación de su forma, su estructura gramatical y estructura interna; de acuerdo a su sonido o entonación y a sus componentes.
Como hemos visto la palabra es de vital importancia y su clasificación es un aspecto muy complejo ya que abarca diferentes perspectivas. Asimismo se da a conocer los cambios que ha sufrido durante el tiempo, debido a los diferentes significados que ha recibido a través de la historia.
Desde un primer momento de nuestras vidas necesitamos de la Vida en Sociedad, teniendo la llegada al mundo hacia un Grupo Social Primario como lo es nuestra familia, que nos brinda el cumplimiento de las Necesidades Básicas como seres vivos, facilitándonos la Alimentación y Cuidados para nuestros primeros años de vida, además de brindarnos un Hogar y Abrigo, entre otras cuestiones.
Es también donde comienza la Educación Temprana, y es allí cuando la comunicación pasa en primer lugar por reacciones de Estímulo y Respuesta, actuando bajo reflejos o bajo instinto, en el momento en que por ejemplo Lloramos cuando tenemos Hambre, y recibimos a cambio el alimento pedido, lo que posteriormente será producto de un proceso evolutivo, con la aparición de las Primeras Palabras.
Es en este momento en que dejamos atrás la comunicación ambigua y buscamos una Finalidad Específica, por lo que la importancia del Lenguaje radica justamente en un nivel en primer lugar Sintáctico que comprende al correcto uso de los signos lingüísticos, seguido de un nivel Semántico que respecta a que los términos sean correctamente utilizados refiriéndose a la acción u objeto en que estamos pensando, mientras que por otro lado tenemos un criterio Pragmático en el que el receptor de este mensaje realiza la respuesta esperada.
La utilización de las Palabras entonces nos ayuda a poder comunicarnos de la mejor manera posible con otros individuos como también recibir mensajes dirigidos a una cantidad inespecífica de receptores (como en el caso de los Medios Gráficos, por ejemplo, al leer una revista, un periódico o un libro) además del momento en que buscamos el mismo efecto pero en el rol de emisores, al escribir una carta o un mensaje.
El significado de una palabra es el concepto del que es portadora; cuando definimos su significado, precisamos las propiedades de ese concepto.
Las palabras son una sucesión de Signos o Caracteres que son definidos como un Alfabeto determinado, y la combinación de distintas palabras con su correspondiente significado forman parte de un Lenguaje o Lengua en particular, por lo que para poder realizar esto mensajes necesitamos la formación educativa necesaria y básica, que se brinda a edades tempranas.
por consiguiente, es importante saber que, palabra viene de la voz latina parabola, tomada del griego, formado de: Para: al margen de y Bole: comparar
En latín, se verifico un cambio de sentido, de comparación y se llegó a narración, con alteración en paraula y creación del verbo paraulare (hablar). En francés hablar se dice parler, y la voz española palabra fue introducida en el siglo xii. Hoy palabra corresponde a palabreo, verborrea y el verbo palabrer es charlotear. Las dos voces connotan la idea de inutilidad.
Definiciones de palabra
La palabra es una idea exteriorizada a través de un sonido o grupo de sonidos, que al articularse, en una unidad básica de contenido, cobran sentido. La palabra hablada, expresada por medio del lenguaje, puede escribirse, y así se plasma sobre diversos soportes como palabra o lenguaje escrito. Es un símbolo que asocia una expresión con una idea. Estos símbolosson adoptados arbitrariamente por los hombres por convención. Así en español, un animal cuadrúpedo que maúlla es un gato, en inglés es cat, pero ambos símbolos se corresponden con la misma imagen mental.
El término palabra expresa uno de los elementos más imprescindibles en cualquier lenguaje; se trata de un fragmento funcional de una expresión, delimitado por pausas y acentos. La combinación de las palabras y sus significados permite formar frases u oraciones y la suma de las diferentes palabras en una expresión determinada, dará como resultado un significado propio y específico.
El concepto de palabra se utiliza en ocasiones para asociarla con la capacidad del habla, el talento en la oratoria, la representación escrita del lenguaje oral o lo dicho por otra persona. Un ejemplo de ello son las siguientes frases:
"Al ver las imágenes, me quedé sin palabras", "Las palabras del ingeniero Ricciardini fueron elogiadas por el público presente".Las malas palabras, por su parte, son aquellas que resultan groseras o indecentes. Por lo general se encuentran vinculadas a cuestiones escatológicas o sexuales. Cuando se trata de una forma peyorativa en la que un individuo se dirige a otro, estas palabras reciben la denominación de insultos, su finalidad es dañar u ofender al receptor refiriéndose a ciertas prácticas, actitudes o incluso discapacidades físicas o mentales.
Las palabras y el lenguaje
Cada palabra tiene un significado propio de acuerdo a la región donde es utilizada, por eso muchas veces ocurre que en diferentes países ciertos términos no hacen referencia a lo mismo, incluso se refieren a cosas opuestas. Por ejemplo, en Buenos Aires un "curro" es la explotación de una idea o producto para hacer dinero fácil, mientras que en España es un sinónimo de "trabajo". Por otro lado, en la mayoría de los idiomas hay palabras que se suponen prohibidas, se las llama tabúes y generalmente se encuentran relacionadas con ciertos aspectos de la historia de dicho lugar que se desea esconder, o con estigmas religiosos. Por ejemplo en Rumanía la palabra socialismo es un tabú y en muchos países conservadores, lo son términos relacionados con la sexualidad. Podemos agregar también a la definición que en países de habla hispana suele utilizarse la expresión "arreglo de palabra" para expresar un acuerdo entre dos partes que no ha sido dejado por escrito, donde cada uno confía en el otro y en el cumplimiento de las exigencias de dicho acuerdo. Para terminar diremos que para comprender la historia de un pueblo basta acercarse a su idioma, a las transformaciones que el paso del tiempo ha obrado en su lenguaje, por ende en sus palabras. Comprender el origen de las palabras utilizadas en un determinado lugar es acercarse a su historia, y sin este acercamiento es imposible conocer un espacio. Si miramos un poco nuestro entorno veremos que usamos palabras que ni siquiera conocemos de dónde proceden, y siendo que llevamos inscrita en la sangre la tradición de muchos países (Italia, España, Francia, etc) conocer el origen de las palabras que empleamos cada día será una mejor forma de acercarnos a quienes somos nosotros mismos, de dónde venimos exactamente. Vale citar para ejemplificar este párrafo lo expresado por el intelectual Joseph T. Shipley, quien dijo que a través del estudio de la historia de la palabra es como podremos comprender cómo piensan y han pensado los hombres que van moldeando el curso de las civilizaciones. En los idiomas occidentales la palabra suele cobrar un carácter muy concreto mientras que en idiomas como el japonés no posee esta connotación sino que suelen ser más contextuales. Por continuar con este ejemplo, pese a que en español las palabras tienen género y número en otros idiomas como el japonés las palabras no se clasifican de este modo. Por ende las oraciones se componen de complementos diversos.
Hace unos siglos, «calle» era una exclamación de asombro y «plaza» sinónimo de «fama». Todo esto lo explicará el Nuevo diccionario histórico del español que prepara la Real Academia Española.
Hubo un momento en que en España se usaba la palabra «antofagastino» con sentido peyorativo. Pocos sabían de la ciudad nortina de Chile, pero utilizaban su nombre con una clara connotación negativa. Tanto así, que sus habitantes protestaron.
«¿Por qué se produjo esto? ¿Quién empezó a usarlo y lo puso de moda en ciertos círculos? No se sabe», afirma José Luis Samaniego, decano de la Facultad de Letras de la Universidad Católica. Y agrega: «Ahora está en desuso, pero como está registrado en algunos textos literarios de la época, hacía falta un diccionario que dé cuenta de este tipo de fenómenos».
Justamente eso es lo que hará el Nuevo diccionario histórico del español (NDHE), que está preparando la Real Academia Española (RAE) y en el que participarán las 22 Academias de la Lengua. Según la RAE, «pretende presentar de modo organizado la evolución del léxico español a lo largo del tiempo». Y su objetivo será ofrecer «aquella información relevante sobre la historia de las palabras que permita interpretar los textos del pasado. Para ello se dará cuenta de la evolución de los significados de las palabras, e incluso de los usos lingüísticos accidentales de una época determinada».
El NDHE está a cargo del lingüista Juan Antonio Pascual (coautor del Diccionario etimológico de la lengua), y para su confección, en 2005 se creó la Fundación Instituto de Investigación Rafael Lapesa. La obra se lanzará sólo en formato electrónico, por lo vasto del material y porque su intención es mostrar las distintas relaciones entre los términos. «El hecho de que esta obra se conciba como un diccionario electrónico permite presentar la evolución de las unidades léxicas teniendo en cuenta las relaciones (genéticas, morfológicas, semánticas, etc.) que éstas mantienen entre sí, de forma que se sitúe la evolución de las palabras dentro de la red de conexiones establecidas entre ellas», explica la RAE.
Alfredo Matus, director de la Academia Chilena de la Lengua, explica que este trabajo se ha visto retardado por las grandes publicaciones que han lanzado en los últimos años (como la Nueva ortografía y la Nueva gramática), pero sigue en proceso. Y hace unas semanas publicaron en internet parte de los recursos con los que están trabajando. Uno de los servicios que se encuentran disponibles es el «Mapa de diccionarios», un buscador que arroja los significados de los términos en seis distintas ediciones del diccionario académico: 1780, 1817, 1884, 1925, 1992 y 2001.
Su intención es ofrecer una «visión evolutiva del léxico moderno», y es así como se puede descubrir que en 1780 «Adolescencia» se definía como «la edad desde catorce hasta veinte y cinco años», mientras que en 1992 —y hasta hoy— pasó a ser «edad que sucede a la niñez y que transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo». El término «Escuela», en tanto, pasó de ser «la casa, ó pórtico donde enseñan á leer y escribir á los niños» (en 1780), a definirse en 1925 como «establecimiento público donde se da a los niños la instrucción primaria en todo o en parte».
Así, también, puede observarse que en 1780 la palabra nación se describe: «Se usa freqüentemente en singular para significar qualquier extrangero», y recién en el diccionario de 1884 aparece la acepción de «Estado ó cuerpo político que reconoce un centro común supremo de gobierno». Darío Rojas, delegado de la Fundéu BBVA en Chile y profesor de la Universidad de Chile, explica: «Ambos sentidos se remontan a una misma palabra del latín: 'natio' (nacimiento, el acto de nacer). Por otra parte, 'natio' se usaba desde muy antiguo en latín, en época romana, como equivalente de etnia, pueblo (...). El uso de nación como equivalente de extranjero tiene que ver con que los romanos llamaban 'nationes' a todos los pueblos bárbaros que no formaban parte del Imperio Romano».
En este sentido, hablamos de un idioma en movimiento donde la palabra ayuda a las personas a comunicarse unos a otros y expresar sus sentimientos y deseos. Sirve para fortalecer el vínculo entre seres queridos y a comprenderse unos a otros. Ayuda a mejorar el trabajo en equipo y fue de mucha importancia para crear cosas nuevas.
Que una lengua tenga modificaciones no es una preocupación para los lingüistas. Es más, significa que está viva, porque son los mismos hablantes los que provocan los cambios.
Alfredo Matus explica: «Hay ciertas palabras que tienen tenacidad histórica, como es 'mesa', que viene directamente de la palabra latina 'mensa', y significaba lo mismo. Pero hay otras, sobre todo las que están más cercanas a la afectividad de las personas, que son más susceptibles de transiciones semánticas, de ir cambiando».
Por esto, Samaniego advierte que no hay que alarmarse cada vez que las palabras comiencen a utilizarse con un sentido distinto al que aparece en el diccionario: «A lo mejor va a ser el nuevo significado que adquirirán».
En conclusión, el uso de las palabras es de vital importancia en la vida y en toda acción que realicemos, usémosla correctamente, respetando sus reglas gramaticales y enseñando a los demás a escribirla correctamente y que sea usado para cosas positivas.
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